A partir del 1 de septiembre, se producirá un importante cambio en el mercado de las sillas infantiles para coche, también conocidas como SRI (Sistemas de Retención Infantil). Solo se permitirá la venta de sillas que cumplan con la normativa R129, conocida como i-Size, y quedarán prohibidas aquellas homologadas bajo el estándar ECE R44.
La normativa R44, en vigor desde 1982 y actualizada en varias ocasiones, incluida la última revisión en 2016, ha sido sustituida por la más moderna R129. Aunque los modelos homologados según R44 seguirán siendo legales si se adquirieron antes de septiembre, no se podrán vender nuevos productos bajo este estándar. Esto significa que, si está pensando en comprar una silla infantil en los próximos días, deberá asegurarse de que esté etiquetada con la norma R129, identificable por una etiqueta naranja.
El cambio, impulsado por la Unión Europea, se basa en mejorar la seguridad. La normativa R129 ofrece una serie de ventajas clave sobre su predecesora. Los estudios han demostrado que los SRI bajo este estándar:
- Reducen en un 75% el riesgo de fallecimiento en un accidente.
- Reducen en un 90% el riesgo de lesiones.
Nueva normativa para sillas de bebes y niños
Las nuevas normas estipulan que todos los niños que midan hasta 1,35 metros deben viajar en una silla adecuada a su peso y altura. La multa por incumplir esta normativa es de 200 euros, aunque no conlleva la retirada de puntos de la licencia de conducir.
Las sillas R129, que han estado en el mercado desde 2013, ofrecen importantes mejoras:
- Las categorías se basan en la altura del niño en lugar del peso, un parámetro que resulta más relevante para los padres. Proporcionan una protección superior para la cabeza y el cuello, áreas críticas para los niños de hasta cuatro años.
- Estas sillas están sometidas a pruebas de seguridad más rigurosas, como colisiones laterales, y utilizan dummies más avanzados con sensores adicionales para detectar posibles daños.
- Otro avance significativo es la inclusión de los anclajes Isofix, que facilitan una instalación rápida y segura, siempre que el vehículo tenga los puntos de fijación compatibles. Estos anclajes permiten ajustar la silla para una mejor atención del niño.
Según la normativa, las sillas deben colocarse en sentido contrario a la marcha hasta los 15 meses, aunque algunos modelos permiten esta orientación hasta que el niño alcance los 105 cm de altura, lo que puede corresponder a los cuatro o cinco años de edad.