Nueva Ley de Movilidad Sostenible: Caminar y Pedalear como Lección de Sostenibilidad
La Nueva Ley de Movilidad Sostenible supone un paso decisivo hacia una Movilidad más humana, saludable y respetuosa con el entorno. En su artículo 30, esta norma impulsa la planificación urbana para el fomento de la movilidad activa, es decir, aquella que se realiza a pie o en bicicleta. Bajo esta premisa, caminar y pedalear se convierten no solo en medios de desplazamiento, sino en auténticas lecciones de sostenibilidad, convivencia y salud pública.
La ciudad como espacio educativo y sostenible
La Ley de Movilidad Sostenible apuesta por modelos urbanos de proximidad, donde las personas puedan acceder fácilmente a su trabajo, al ocio o a los servicios básicos sin depender del vehículo privado. Ciudades compactas, accesibles y verdes, donde cada calle, plaza o parque se conciba como un espacio vital para la interacción social, la salud y la biodiversidad.
Esta visión sitúa a la movilidad activa —caminar y pedalear— en el centro del nuevo paradigma urbano. Las administraciones deberán promover planes que equilibren el uso del espacio público entre los modos motorizados y no motorizados, fomentando la seguridad vial, la accesibilidad universal y la calidad del entorno urbano.
Caminar y pedalear: hábitos sostenibles que se enseñan
Caminar o desplazarse en bicicleta es mucho más que una elección de transporte: es una actitud educativa y cultural. Desde DAC Docencia, centro de referencia en la formación de docentes expertos en Movilidad Segura y Sostenible, defendemos que estos hábitos deben transmitirse desde la educación formal y no formal como parte del aprendizaje ciudadano.
Formar en Movilidad activa implica enseñar valores como:
- La responsabilidad compartida en el uso del espacio público.
- El respeto a los usuarios vulnerables (peatones, ciclistas, personas mayores o con movilidad reducida).
- La autonomía infantil y juvenil en los desplazamientos cotidianos.
- La reducción del impacto ambiental y la mejora de la calidad del aire.
Entornos escolares seguros: la escuela como laboratorio de movilidad sostenible
Uno de los aspectos más inspiradores del artículo 30 es la apuesta por los entornos escolares seguros y saludables, que permitan al alumnado desplazarse al centro educativo de forma activa y autónoma. Los llamados “caminos escolares” son proyectos que integran urbanismo, seguridad vial, educación ambiental y participación ciudadana, convirtiendo cada trayecto en una oportunidad para aprender sostenibilidad en movimiento.
Los docentes formados en FP de Movilidad Segura y Sostenible tienen un papel esencial en este proceso: pueden diseñar, coordinar y dinamizar acciones educativas que promuevan la Movilidad activa, inclusiva y segura, contribuyendo a crear comunidades más conscientes y saludables.
Infraestructuras y accesibilidad: la base de la movilidad del futuro
La ley también establece la necesidad de desarrollar redes cohesionadas de infraestructuras para bicicletas y peatones, seguras, accesibles y conectadas con otros modos de transporte. La intermodalidad se presenta como una solución integral: poder combinar caminar, pedalear y utilizar el transporte público sin interrupciones ni barreras.
Esto exige una planificación urbana con visión de futuro: calles calmadas, vías ciclistas protegidas, mobiliario urbano adecuado, zonas de descanso y sistemas públicos de préstamo de bicicletas o vehículos de movilidad personal. Todo ello, acompañado de señalización clara y accesible que garantice la seguridad y la comodidad de todos los usuarios.
Formar para transformar la movilidad
La Formación Profesional de Movilidad Segura y Sostenible es clave para preparar a los profesionales que liderarán esta transformación. En DAC Docencia, apostamos por una enseñanza que combina conocimientos técnicos, sensibilidad ambiental y pedagogía aplicada.
Nuestros futuros docentes aprenden a enseñar movilidad como un fenómeno social, tecnológico y ecológico, capaz de transformar los hábitos ciudadanos y mejorar la calidad de vida en las ciudades.
