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La revolución del examen teórico de conducir: de memorizar normas a detectar riesgos en tiempo real

La revolución del examen teórico de conducir de memorizar normas a detectar riesgos en tiempo real.
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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado un cambio histórico en el sistema de obtención del permiso de conducir en España. A partir de 2026, el examen teórico dejará de basarse en la clásica batería de preguntas tipo test y se transformará en una prueba dinámica centrada en la percepción del riesgo al volante. El objetivo es claro: formar conductores más conscientes, reflexivos y capaces de anticiparse a situaciones reales de peligro en carretera.

Esta medida fue anunciada por el propio Director General de Tráfico, Pere Navarro, en una entrevista concedida a la revista Ecodriver durante el Foro de Stop Accidentes, donde subrayó la necesidad de que los futuros conductores “demuestren que entienden el entorno de conducción” y no solo que han memorizado respuestas.

Un cambio que pone el foco en la seguridad real

Actualmente, el examen teórico consiste en 30 preguntas con varias opciones de respuesta, con un máximo de tres errores permitidos. Este modelo, vigente desde hace décadas, ha sido criticado por su escasa relación con las verdaderas condiciones de circulación. “Me aprendí las preguntas de memoria y aprobé. Pero al subirme al coche, me di cuenta de que no estaba preparado para lo que pasa ahí fuera”, relata Andrés, un joven conductor de 23 años.

Con el nuevo formato, los aspirantes deberán enfrentarse a vídeos breves grabados en vías reales —urbanas, interurbanas, glorietas, autopistas y carreteras secundarias— en los que se presentan posibles situaciones de riesgo. Tras visualizar cada vídeo, el alumno tendrá que:

  1. Indicar si ha detectado algún riesgo.
  2. Decidir qué maniobra realizaría como conductor.
  3. Localizar el riesgo sobre el fotograma final.
  4. Determinar qué lo ha causado.
  5. Predecir qué sucederá a continuación.

Todo ello formará parte de un test de predicción de riesgos, mucho más cercano a la experiencia real de conducción que los tradicionales tests memorísticos.

Un modelo ya implantado en Europa

Pere Navarro destaca que países europeos como Reino Unido, Alemania o Francia ya aplican modelos similares con excelentes resultados. Este nuevo enfoque no solo pretende mejorar el nivel formativo, sino también reducir la siniestralidad vial, uno de los objetivos prioritarios de la DGT. El nuevo sistema será implementado progresivamente a partir de 2026, tiempo durante el cual se desarrollarán los recursos audiovisuales, se adaptarán los temarios y se formará al personal docente.

La importancia de una formación de calidad

Este giro en la evaluación también implica un cambio profundo en la metodología de enseñanza. Aquí es donde entra en juego el papel de DAC Docencia, centro líder en la formación de docentes expertos en Movilidad Segura y Sostenible. Con una sólida trayectoria y un firme compromiso con la innovación educativa, DAC Docencia prepara a los profesionales que deberán formar a los conductores del futuro con herramientas pedagógicas adaptadas a este nuevo modelo.

Su enfoque incluye el dominio de las últimas tecnologías aplicadas a la formación vial, el análisis de riesgos en la conducción, y el conocimiento actualizado de las normativas, como esta que marcará un antes y un después en el acceso al permiso de conducir.

Más que aprobar: salvar vidas desde la primera clase

El nuevo examen no será más difícil, sino más realista. El verdadero reto será formar personas capaces de leer el tráfico como un entorno vivo, con múltiples variables y situaciones cambiantes. No se trata solo de “saber” las normas, sino de aplicarlas con criterio y prudencia en tiempo real.

Tal y como concluye Pere Navarro, “estamos hablando de salvar vidas. Y eso empieza desde el primer día que una persona se sube a un coche con intención de conducir”.

 

 

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