Especialista CAP es un desafío debido a la variedad de ámbitos, enfoques y contextos que intervienen en cada acción formativa. Existen diversas clasificaciones de estas tareas, fruto de investigaciones realizadas en distintos contextos. Un ejemplo es la clasificación propuesta por Fernández y otros en 2000.
Formador o docente como responsable de la formación.
La actividad principal del Profesor CAP se enfoca en la creación y supervisión de los planes de formación, los cuales no mantienen una relación directa con los estudiantes.
Sus habilidades docentes asociadas son aquellas relativas a la:
- Coordinación, supervisión y dinamización de equipos.
- Organización y planificación de su trabajo y el de otros.
- Comunicación y el análisis.
- Toma de decisiones y la resolución de problemas.
- Autonomía e iniciativa.
Especialista CAP como instructor-enseñante-profesor.
Este texto se refiere a los especialistas CAP que imparten formación profesional reglada y formación para el empleo. En ambos casos, los docentes son responsables de la programación, implementación y evaluación de las acciones formativas.
Los docentes deben poseer las siguientes habilidades:
- Tecnológicas.
- Psicopedagógicas.
- Profesionales.
- Sociales.
Especialista CAP como profesional asociado a alguna de las dos características anteriores
Estos especialistas desarrollan las funciones de los dos tipos anteriores, por lo que deben poseer las habilidades asociadas a cada uno de ellos.
Todos los profesionales indicados en la clasificación anterior, deben desarrollar su vida laboral a dos niveles:
- Contexto general: entorno sociolaboral.
- Contexto institucional: centro de formación-trabajo-aula-taller, etc.
Además, llevarán a cabo diferentes funciones en función de su perfil profesional, incluyendo:
- Planificación.
- Desarrollo de la formación.
- Evaluación.
- Gestión-coordinación.
- Investigación-innovación.
Las habilidades docentes se pueden entrenar y mejorar, lo que es esencial para que todo docente incluidos los dedicados a la formación para el empleo, lleve a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje exitosamente. En base a lo anterior surge el concepto de “microenseñanza”.
La “Microenseñanza” es un método que simplifica el proceso de enseñanza. Permite al docente enseñar a un grupo pequeño de estudiantes durante un corto período de tiempo, enfocándose en practicar una habilidad específica. Además, la sesión puede ser grabada en vídeo para su posterior análisis y mejora.
Mejora de las habilidades docentes
Debemos de tener en cuenta 3 factores principales:
- El dominio que tiene el docente de la materia a impartir.
- La claridad didáctica de la labor a realizar y la cercanía emocional entre el docente y el alumnado.
- La disposición de habilidades comunicativas.
Partiendo de los factores fundamentales anteriores, a continuación se desarrollan las habilidades que se pueden mejorar con el método de microenseñanza:
- Variación de estímulos.
- Sensibilización como técnica introductoria.
- Integración de los conocimientos o recapitulación.
- Comunicación no verbal, uso del silencio.
- Refuerzo de la motivación y participación del alumnado.
- Secuencialidad.
- Control de la comprensión.
1. Variación de estímulos
Este concepto se centra en la habilidad del estudiante para mantener la atención durante un tiempo prolongado, dependiendo de los estímulos recibidos, su intensidad y variedad. Destaca la importancia de evitar la monotonía. Subraya el papel del docente en mantener la atención del estudiante a través de gestos, tono de voz y énfasis en ciertos conceptos
2. Sensibilización como técnica introductoria
Para mantener la atención de los estudiantes al inicio de una sesión, es crucial crear un ambiente propicio. Esto se logra presentando los objetivos de manera clara y directa, resaltando su relevancia práctica y conectándolos con temas previamente discutidos, así como introduciendo problemas o experiencias que resulten motivadores.
3. Integración de los conocimientos o recapitulación
Para fomentar la comprensión y retención del conocimiento, es efectivo realizar resúmenes al final de cada bloque temático. Estos deben conectar con los temas previos y anticipar los siguientes, enfatizando los aspectos más importantes. Así, los estudiantes pueden reconocer su avance y entender mejor los pasos a seguir para alcanzar los objetivos restantes.
4. Comunicación no verbal, uso del silencio
El uso de lenguaje corporal, movimientos y gestos por parte del docente es fundamental para enfatizar el mensaje y mejorar la interacción con los estudiantes. Asimismo, los silencios estratégicos generan expectativa y contribuyen a una mejor comprensión del contenido impartido.
5. Refuerzo de la motivación y participación del alumnado
Es importante que los docentes emitan mensajes positivos a los estudiantes participativos para incentivar más contribuciones. Los mensajes negativos o la falta de retroalimentación pueden resultar en menos participación por parte de los alumnos
6. Secuencialidad
Seguir un orden sin dar saltos sobre el contenido, para garantizar que el alumnado siga la sesión y no se pierda en la materia.
7. Control de la comprensión
El docente tiene que comprobar que los objetivos fijados para la acción formativa se han alcanzado.
Conclusión
Conclusión: Mejorando las Habilidades del Formador para un Impacto Significativo
El rol del formador abarca una diversidad de tareas y responsabilidades que van desde la planificación hasta la evaluación en contextos educativos variados. A través de la clasificación propuesta por Fernández y otros en 2000, se desglosan los diferentes enfoques que adopta el formador: desde la coordinación de equipos hasta la instrucción directa en el aula.
Es esencial que los formadores adquieran y mejoren una serie de habilidades específicas para desempeñar eficazmente su labor. Estas habilidades incluyen competencias tecnológicas, psicopedagógicas, profesionales y sociales. La importancia de estas habilidades radica en su impacto directo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, facilitando la comunicación efectiva, la motivación del alumnado y la comprensión del contenido.
La implementación de la «microenseñanza» emerge como un método eficiente para mejorar estas habilidades docentes. Este enfoque permite a los formadores practicar habilidades específicas en un entorno controlado y recibir retroalimentación constructiva para su mejora continua. Aspectos como la variación de estímulos, la sensibilización como técnica introductoria, la integración de conocimientos, el uso de la comunicación no verbal, entre otros, son áreas clave que pueden perfeccionarse mediante este método.
Finalmente, el control de la comprensión se erige como un último paso crucial para asegurar que los objetivos de aprendizaje se alcancen de manera efectiva. Mediante la evaluación y retroalimentación adecuadas, los formadores pueden garantizar el éxito tanto a nivel individual como colectivo en el proceso formativo.
En resumen, mejorar las habilidades del formador es fundamental para garantizar un impacto positivo en la educación y formación de individuos en diversos contextos. La adopción de enfoques innovadores como la microenseñanza abre nuevas oportunidades para el desarrollo profesional continuo y la excelencia en la enseñanza.