Para llevar a cabo el proceso de evaluación del alumnado de cualquier curso online, se emplean principalmente dos herramientas:
– E-portfolio.
– Rúbricas.
De forma general, el e-portfolio es un dosier en el que se recopilan todos los trabajos y aportaciones realizadas por el alumnado que le permiten ver su propio progreso y las rúbricas son herramientas que sirven para evaluar las actividades realizadas por el alumnado según los criterios de evaluación establecidos.
Los E-portfolios
Según Schulman (1999), se trata de dossiers donde el alumnado va depositando sus trabajos, sus reflexiones, sus experiencias, de acuerdo con un objetivo delimitado y en un tiempo concreto, que le permitan manifestar, mediante el diálogo y la reflexión, lo que está aprendiendo. A partir del e-portfolio, el personal docente puede ir evaluando a cada participante y acompañarlo así durante todo el proceso de aprendizaje.
El e-portfolio le permite al alumnado:
– Aprender a planificarse.
– Ser más autónomo.
– Tomar sus propias decisiones.
– Regular su proceso de aprendizaje.
La estructura del e-portfolio digital es la siguiente:
1. Presentación: apartado en el que el alumnado incluye información relativa a su formación previa, que le servirá para presentarse ante el tutor y el resto de participantes.
2. Índice: catálogo de contenidos, materiales, evidencias y datos seleccionados, que proyecta el desarrollo del portafolio.
3. Recopilación de información: conjunto de documentación que demuestra el progreso en el aprendizaje: artículos de prensa, publicidad, viñetas, páginas web, diarios reflexivos, testimonios, relatos, fotografías, planos del establecimiento educacional, etc.
4. Selección de evidencias: selección de elementos que demuestren cuáles son las competencias alcanzadas (trabajos, actividades de aprendizaje según los objetivos planificados, etc.). En base a las evidencias, se identifican las claves para ayudar al alumnado a reflexionar sobre lo que está haciendo bien y mal.
Las dudas que surgen al comienzo de esta etapa tienen que ver con qué documentación incluir (artículos, noticias, datos de internet, etc.). La selección debe hacerse en base al tipo de contenido que se está estudiando y las competencias que orientan el proceso de enseñanza-aprendizaje.
5. Reflexión: aquí el alumnado debe indicar el motivo de por qué se ha elegido una determinada evidencia en relación con el proceso de aprendizaje. Esta reflexión permite al alumnado saber lo que está aprendiendo y al docente le facilita el seguimiento del proceso de aprendizaje.
6. Comunicación de la información asociada al proceso de aprendizaje: se trata del momento en el que se ubica el portafolio digital completo en la plataforma virtual, en el que se incluyen todas las evidencias y reflexiones del alumnado que permiten ver si se han logrado los objetivos o competencias planteadas al inicio del proceso formativo.
Durante la elaboración del portafolio digital, el alumnado debe estar en contacto permanente con el tutor y el resto del alumnado para resolver sus dudas, compartir sus experiencias, etc., y así poder completarlo satisfactoriamente. Para ello, se emplearán las herramientas de comunicación que incluye la plataforma digital: correo electrónico, foros, chats, etc.
Las Rúbricas
Según Andrade (2005) y Mertler (2001), se trata de guías de puntuación usadas en la evaluación del desempeño de los estudiantes que describen las características específicas de un producto, proyecto o tarea en varios niveles de rendimiento, con el fin de clarificar lo que se espera del trabajo del alumno, de valorar su ejecución y de facilitar la proporción de feedback.
Se habla de dos tipos de rúbricas principalmente:
1. Rúbrica global u holística: sirve para valorar una tarea en todo su conjunto, utilizando descriptores a nivel global. Se admiten errores en alguna parte del proceso o producto. Con estas se obtiene una información global del alumno y una radiografía general del grupo.
2. Rúbrica analítica: se focaliza en la evaluación de tareas de aprendizaje de forma más concreta, requiriendo de un diseño más pormenorizado. Se emplean para evaluar los distintos procedimientos, fases, elementos y componentes de un proceso o producto.
Las ventajas para el alumnado y el personal docente de la utilización de rúbricas son:
1. Ventajas para el alumnado:
– Obtiene mucha más información (feedback) sobre su progreso respecto a la ofrecida por otro tipo de herramientas.
– Se fomenta el aprendizaje y la autoevaluación.
– Sabe cuáles serán los criterios que se tendrán en cuenta a la hora de ser evaluado.
– Facilitan la comprensión global del tema y la relación de las diferentes capacidades.
– Le ayudan a reflexionar.
– Le hacen responsabilizarse de su trabajo, ya que disponer de los criterios de evaluación, le permite revisar sus trabajos antes de entregárselos al personal docente.
2. Ventajas para el personal docente:
– Son fáciles de explicar al alumnado, incrementándose la objetividad del proceso evaluador.
– Ofrecen un feedback sobre la eficacia de los métodos de enseñanza aplicados.
– Son versátiles y se ajustan a las exigencias del proceso de evaluación por competencias.
Por otro lado, los inconvenientes de la utilización de rúbricas son:
– Su diseño requiere de tiempo y conocimiento del procedimiento de realización por parte del personal docente.
– Evaluar utilizando rúbricas supone una mayor inversión de tiempo para llegar a resultados similares alcanzados con otro tipo de herramientas.
– Puede ser que no se identifique bien un criterio de evaluación si la rúbrica está mal planteada o la información indicada es demasiado genérica e impide llevar a cabo la evaluación.
– Existe el riesgo de convertir la evaluación en algo extenuante.
– Fomenta la estandarización a la hora de evaluar al alumnado, no teniendo en cuenta las características personales de cada participante.
Pasos a seguir para la elaboración de una rúbrica
1. Definir un indicador: se trata de definir bien el indicador a utilizar en función del criterio de evaluación a evaluar.
2. Identificar las dimensiones de la competencia básica (CCBB): identificar las dimensiones de la CCBB según el criterio de evaluación y los indicadores establecidos, es decir:
– Capacidades que el alumnado ha de poner en juego para mostrar la adquisición de esta.
– Contenidos que muestran el desempeño de la competencia.
– Contexto, es decir, cual es el espacio de aplicación (es imprescindible contextualizar dentro de las Unidades Didácticas Integradas o UDI’s).
– Valores y actitudes integradas en los comportamientos del indicador, que pueden definir el tipo de alumnado que se persigue, siempre que se encuentre ubicación curricular a la propuesta.
3. Elaborar la rúbrica: a partir de la definición del indicador y la identificación de las dimensiones de la CCBB, se elabora la rúbrica.
A continuación, se muestra un ejemplo del diseño de una rúbrica elaborada por un colegio de Aragón para una actividad de Educación Primaria consistente en la presentación oral de un trabajo sobre nutrición y dietas saludables:
1. Definición del indicador:
– Explicar la relación entre dieta saludable y los efectos en el cuerpo humano
– Valorar los efectos de una dieta saludable sobre el cuerpo humano.
2. Identificación de las dimensiones de la CCBB:
– Capacidades: expresa, explica, comunica, argumenta, predice, aplica, utiliza, emplea, investiga.
– Contenidos: Bloque 3. La salud y el desarrollo personal. Cuerpo humano aparatos y la salud desarrollo de estilos de vida saludables.
– Contexto: se aplicará como guión para elaborar el trabajo final presentación oral y como recurso para transmitir información al alumno de su exposición.
3. Elaboración de la rúbrica: