El Parlamento Europeo está evaluando una propuesta que podría dividir el permiso de conducir de categoría B en dos licencias diferentes. Esta medida ha generado controversia en el sector del transporte y ha desencadenado oposición por parte de diversas asociaciones influyente.
La propuesta de dividir el permiso B en dos categorías
La propuesta de dividir el permiso B en dos categorías ha surgido en el contexto de la futura Directiva del permiso de conducir de la Unión Europea. Según esta propuesta, se crearían dos licencias: el permiso B, destinado a vehículos con un peso de hasta 1,8 toneladas, y el permiso B+ para vehículos con un peso entre 1,8 y 3,5 toneladas. Esta medida tiene como objetivo diferenciar entre vehículos más ligeros y aquellos que caen en una categoría intermedia en términos de peso.
La oposición del sector del transporte
Sin embargo, esta propuesta ha sido objeto de fuerte oposición por parte de asociaciones clave en el sector del transporte. La Asociación Internacional del Transporte (IRU), los fabricantes europeos de vehículos (ACEA) y la Federación del Automóvil (FIA Región I) han expresado su desacuerdo con la idea de dividir el permiso B en dos categorías.
Los representantes de estas asociaciones argumentan que esta división tendría un impacto significativo tanto en los conductores privados como en los conductores profesionales de furgonetas que transportan personas, como los servicios de taxi o minibuses, y mercancías, como los repartidores de paquetería. Actualmente, las normativas vigentes establecen una única categoría de permiso, el B, para todos los vehículos con un peso de hasta 3,5 toneladas.
La preocupación por las implicaciones medioambientales y de transporte
Raluca Marian, directora de la IRU para la Defensa de la Unión Europea, ha manifestado su preocupación respecto a las enmiendas propuestas. Ella sostiene que estas no toman en cuenta las implicaciones del mundo real en cuanto a los permisos de conducir y representan una amenaza real para el progreso medioambiental. Argumenta que esta división podría desincentivar la adopción de vehículos eléctricos y afectar la continuidad del transporte.